Durante todo el siglo XVII, el ajedrez había estado dominado por
la llamada Escuela Italiana, abanderada por Gioachino Greco. Pero con la llegada del siglo XVIII, entra en
escena un jugador francés, Francois-André Danican, apodado «Philidor», que con su maestría y nuevas
concepciones revolucionó la forma de jugar hasta el momento.
Grabado inglés de 1794 en el que se muestra a Philidor en el transcurso
de una partida de ajedrez en un club londinense.
En los días de Greco, el juego se caracterizaba por los ataques brillantes, donde la inspiración guiaba el talento y la fantasía en el desarrollo de las paridas.
Esta inclinación a las combinaciones espectaculares imperaba también en el ajedrez del siglo XVIII hasta la llegada de Philidor.
En su juventud, Philidor frecuentó el café parisino La Régence, donde se reunía lo más granado de la sociedad política y cultural.
Allí, desde tempranas horas de la mañana hasta bien avanzada la madrugada, se podían desarrollar todo tipo de juegos de salón -incluido el ajedrez- así como disfrutar de entretenidas tertulias literarias.
En ese ambiente tan peculiar, el visitante podía encontrarse a personajes como Voltaire, Rousseau, Robespierre, Napoleón (ajedrecista entusiasta) o incluso Benjamín Franklin.
Fue así como Philidor conoció al filósofo y escritor Diderot, quien sería una de las principales figuras de la Ilustración.
Philidor era tan superior a sus colegas contemporáneos, que debía darles algún tipo de ventaja, bien material o en jugadas realizadas.
En 1747 ganó sin contemplaciones al jugador de origen sirio Philip Stamma, uno de los mejores jugadores de aquellos tiempos, inventor de la notación algebraica.
Sin embargo, aunque fue el mejor ajedrecista de su época, la gran aportación de Philidor a la historia del ajedrez la realizó como autor de L’analyse du jeu des Échecs (1749), un innovador tratado general en el que se adelantó en algunos preceptos a las teorías de Steinitz, ¡más de cien años!
Fue una obra revolucionaria, traducida a más de cien idiomas.
Uno de los lemas, incluido en su teoría de los peones, ha inmortalizado a Philidor: «Los peones son el alma del ajedrez».
Veamos cómo Philidor hace un hábil desarrollo de los peones, en una partida jugada en 1749.
Blancas: Philidor.
Negras: Desconocido.
|
Blancas |
Negras |
|
12. |
dxe5 |
Ae6 |
1. |
e4 |
e5 |
|
13. |
Cf4 |
De7 |
2. |
Ac4 |
Ac5 |
|
14. |
Axb6 |
axb6 |
3. |
c3 |
Cf6 |
|
15. |
0-0 |
Cd7 |
4. |
d4 |
exd4 |
|
16. |
Cxe6 |
Dxe6 |
5. |
cxd4 |
Ab6 |
|
17. |
f4 |
Cc7 |
6. |
Cc3 |
0-0 |
|
18. |
Tae1 |
g6 |
7. |
Cge2 |
c6 |
|
19. |
h3 |
d4 |
8. |
Ad3 |
d5 |
|
20. |
Ce4 |
h6 |
9. |
e5 |
Ce8 |
|
21. |
b3 |
b5 |
10. |
Ae3 |
f6 |
|
22. |
g4 |
Cd5 |
11. |
Dd2 |
fxe5 |
|
23. |
Cg3 |
Ce3 |
Ante una Apertura del Alfil Italiano, Philidor no duda en entregar la calidad para valorar su masa de peones del flanco de Rey.
Posición tras 23…Ce3
24. |
Txe3 |
dxe3 |
25. |
Dxe3 |
Txa2 |
26. |
Te1 |
… |
Posición tras 26.Te1
Preparando el avance imparable de las blancas, mediante ‘f5’, aún a costa de entregar otros peones menos importantes.
26. |
… |
Dxb3 |
27. |
De4 |
De6 |
28. |
f5 |
gxf5 |
29. |
gxf5 |
Dd5 |
30. |
Dxd5+ |
cxd5 |
El blanco se permite cambiar damas, pues estima que el avance de sus peones será decisivo.
31. |
Axb5 |
Cb6 |
32. |
f6 |
Tb2 |
33. |
Ad3 |
Rf7 |
34. |
Af5 |
… |
Siguiendo sus propias recomendaciones, Philidor ahora se dispone a situar el alfil en casillas diferentes a las de sus peones ‘e’ y ‘f’.
De esta forma, la colaboración es perfecta.
34. |
… |
Cc4 |
35. |
Ch5 |
Tg8+ |
36. |
Ag4 |
Cd2 |
37. |
e6+ |
Rg6 |
38. |
f7 |
Tf8 |
39. |
Cf4+ |
Rg7 |
40 |
Ah5 |
… |
Posición tras 40.Ah5…
Nada puede evitar que alguno de los peones blancos corone, el negro tiene que sacrificar su torre a cambio de los dos peones, por lo que el bando negro abandona. 1-0
40…Txf7 [Si 40...Cf3+ 41.Axf3 Txf7 42.e7 Txe7 43.Txe7+ Rf6 44.Cxd5+ Rg5 45.Te5+ Rh4 46.Cc3 b6 47.Ce4 Tb1+ 48.Rg2 Tb2+ 49.Cf2 Txf2+ 50.Rxf2 Rxh3 51.Th5# 1–0] 41.exf7 Cf3+ 42.Axf3 Rxf7 43.Cxd5 Rg6 44.Te7 Td2 45.Ae4+ Rh5 46.Tg7!... El rey negro ha quedado encerrado en una banda
46...Td1+ 47.Rg2 Tg1+
(Si 47…Td2 48.Rg3 Tg2+ 49.Axg2 b5 50.Af3# 1–0)
EL CAFÉ LA RÉGENCE: LA MECA DEL AJEDREZ EN EL SIGLO XVIII
Philidor coincidió en el café La Régence con M. de Kermar, Sire de Légal (1702-1792), que estaba contratado como jugador profesional.
En aquel momento, Legal era considerado uno de los mejores jugadores del mundo y se estableció en La Régence, donde jugaba al ajedrez a cambio de dinero.
Más tarde, otros grandes jugadores pasaron por el café como profesionales: Saint-Amat, La Bourdonnais, Deschapelles, Kieseritzky y Harrwitz, lo que hizo de La Régence el centro del ajedrez mundial hasta bien entrado el siglo XIX, siendo el primer establecimiento que frecuentara el genial Paul Morphy en su gira europea de 1858.
VI.- GRANDES CAMPEONES.
- Francois-André Danican «Philidor»
(Dreux, 1726 – Londres, 1795)
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