INTRODUCCIÓN
Durante
siglos, los ajedrecistas
han ido estudiando infinidad de posibilidades de comenzar una partida y
organizar su inmediato desarrollo, lo que se conoce como «fase de apertura».
El
análisis de miles de partidas,
disputadas por auténticos maestros, ha permitido establecer un canon, que ha
dado lugar a un gran
entramado de aperturas y defensas que conforman la actual «Teoría de
aperturas»
Orientarse
en ese laberinto teórico no es tarea fácil.
Pero
para tener éxito no es necesario memorizar largas variantes, sino esforzarse en
comprender los principios fundamentales que rigen en esta fase del juego
y conocer las características
esenciales de las distintas aperturas y defensas.
En
esta parte estudiaremos primero algunos conceptos básicos, como la importancia de desarrollar las
piezas, dominar el centro o enrocar rápidamente.
Paso
a paso, introduciremos conceptos más complejos, como la lucha por la iniciativa o la ventaja de
espacio.
Y
por supuesto, abordaremos el estudio de las principales aperturas y defensas.
Las
primeras jugadas de
una partida de ajedrez son claves.
PREÁMBULO
Las
blancas empiezan y
parten de una situación que les permite escoger entre veinte jugadas posibles (18 jugadas de peón y 4 jugadas de caballo).
Para
decidirse por una de ellas, hay que tener en cuenta el desarrollo y el control del centro.
*****
LA POSICIÓN
INICIAL Y
LA ACTIVIDAD DE LAS PIEZAS
LA ACTIVIDAD DE LAS PIEZAS
Al
inicio de la
partida, cada jugador debe colocar sus piezas en las dos primeras filas
del lado correspondiente en el tablero en el orden que muestra el diagrama 1
siguiente:
Al empezar, las piezas están encerradas detrás
de los peones. De esta manera, cada bando
apenas controla sus tres primeras filas.
Fijémonos por ejemplo en el caballo blanco. Desde su posición inicial controla tres casillas,
de las cuales puede saltar a dos (la otra está ocupada por su peón). Vamos a ver un ejemplo de cómo comenzar la
partida. Las blancas juegan.
1.
|
Cf3
|
…
|
Con
una sola jugada, el caballo blanco ha ampliado
mucho su actividad. Controla ocho casillas y puede saltar a
cinco de ellas. Es ahora el turno de las
negras, que mueven un peón.
1.
|
…
|
d5
|
Diagrama 3
Al mover
su peón, las negras dan salida a su alfil,
que hasta ahora no podía realizar ningún movimiento.
Es una
buena jugada, pues
aunque no moviliza una pieza, ayuda a ello.
2.
|
d4
|
…
|
También
las blancas,
con esta jugada de peón,
dan salida a su alfil.
2.
|
…
|
Af5
|
Diagrama 4
Ahora
ambos bandos
tienen una pieza desarrollada.
3.
|
Af4
|
…
|
La
misma idea. Con esta simple jugada las blancas ya
tienen dos piezas en acción.
Esto suele pasar en la apertura,
ya que al
mover primero, las blancas suelen conservar cierta iniciativa.
3.
|
…
|
e6
|
Esta
jugada de peón resulta útil a las
negras porque dan
salida a su otro alfil.
Diagrama 5
En
las siguientes jugadas, ambos bandos deben terminar el desarrollo de sus fuerzas.
Ø
La
primera tarea de una partida es «movilizar
los ejércitos», es decir, poner en juego las piezas.
Fuente: Curso Audiovisual de Ajedrez
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